La manera de alimentar a un gatito o a un gato adulto parece bastante conocida por todos aquellos que conviven o convivieron con un felino en casa. En general, suele ser más simple que en el caso de los perros ya que, con solo mantener el plato con comida, el gato se maneja.
Y la razón por la cual esta máxima cobra validez tiene que ver con el comportamiento normal de la especie a la hora de alimentarse. Ellos suelen ser cazadores y, por ende, comen pequeñas presas (o sea, poco) varias veces en el día.
Este patrón de alimentación se debe a su instinto natural, heredado de sus ancestros salvajes que debían cazar pequeñas presas para sobrevivir. Cada caza exitosa proporcionaba una pequeña cantidad de alimento, lo que les obligaba a cazar repetidamente durante el día. Esta costumbre de consumir alimentos en pequeñas porciones varias veces al día se mantiene en los gatos domésticos.
Si lo trasladamos a la manera que lo hacemos en casa, tiene sentido que, frente a un plato lleno de ración, el animal no opte por comérselo todo sino más bien alimentarse en pequeñas cantidades cada vez que quiera comer. De esta forma, los gatos pueden regular su ingesta calórica y mantener una dieta equilibrada a lo largo del día, imitando su comportamiento natural de caza y alimentación.
La Cantidad Adecuada de Comida
Sin embargo, hay una trampa en todo esto. Si bien es cierto que los gatitos ya desde temprana edad adquieren la manera de comer antes mencionada, no necesariamente saben cuál es la cantidad recomendada. Es decir, el gato sabe administrarse la comida en el día, pero no sabe con exactitud la cantidad que se debe administrar. Si debe comer 70 gramos por día, ellos pueden administrar esa cantidad a lo largo del día, pero si le damos 100 gramos, no descartará los 30 gramos excedentes, sino que modificará la forma de administrarse para lograr ingerir lo que se le ofreció.
Por lo tanto, asesorarse con el veterinario sobre la cantidad que necesita el gatito y ofrecerle esta para que luego se administre a lo largo del día resulta conveniente para evitar problemas de obesidad futura que ponen en riesgo su salud. La obesidad en gatos puede llevar a una serie de problemas de salud, incluyendo diabetes, enfermedades cardíacas y problemas articulares. Además, un gato con sobrepeso puede tener una calidad de vida reducida y una menor expectativa de vida.
Alimentación y Salud General del Gato
Es importante recordar que la alimentación adecuada de un gato no solo depende de la cantidad de comida, sino también de la calidad de la misma. Los gatos necesitan una dieta rica en proteínas de alta calidad y bajos en carbohidratos, similar a la dieta de sus ancestros salvajes. Ofrecerles alimentos balanceados y adecuados para su edad, peso y estado de salud es crucial para su bienestar.
Además, proporcionar enriquecimiento ambiental, como juguetes interactivos y oportunidades de juego, puede ayudar a mantener a los gatos activos y prevenir el sobrepeso. El ejercicio regular es tan importante para los gatos como para cualquier otro animal, ya que les ayuda a mantener un peso saludable y a evitar el aburrimiento y el estrés.
En resumen, aunque los gatos tienen la capacidad innata de autorregular su ingesta de alimentos, es responsabilidad del dueño asegurarse de que están recibiendo la cantidad y calidad adecuada de comida. Consultar al veterinario y seguir sus recomendaciones puede marcar la diferencia en la salud y felicidad de tu felino a largo plazo.