De la misma manera que en las personas, la higiene dental es una parte importante del cuidado de tu mascota. Mantener la salud dental es clave para preservar la salud de tu perro o gato, y prevenir la caída de piezas dentales, lo que puede traer serios problemas cuando sea mayor. En el artículo de esta semana, te enseñamos paso a paso cómo cepillar los dientes de tu mascota.
1. Acostumbralo desde chiquito
Lo mejor es empezar a cepillar los dientes de tu mascota entre las 8 y 12 semanas de vida. Si lo cepillás todos los días, tu perro o gato se acostumbrará a la rutina para cuando erupcionen sus dientes permanentes. Puede que debas interrumpir el cepillado mientras tu mascota cambia los dientes, pues puede ser doloroso en ese período. Continuá con el cepillado una vez que hayan salido los dientes permanentes.
2. Convertilo en rutina
Tené paciencia y hace divertido. Dale amor y elogios, y trata de practicar a la misma hora todos los días, de forma de establecer una rutina. Elegí un momento tranquilo, como antes de dormir. O, si tu mascota tiene particular motivación por la comida, tratá de hacerlo antes de comer: así, tu amigo será recompensado por su cooperación.
3. Tocá su boca y labios
Continuá poco a poco hasta que tu amigo esté cómodo con que le toques los dientes y encías con el dedo. Podés mojar el dedo en un poco de caldo de carne o pollo sin sal (para perros), o en el jugo del atún (para gatos) para hacerlo más agradable. Poco a poco, tu mascota comenzará a esperar y anticipar este momento.
Continuá poco a poco hasta que tu amigo esté cómodo con que le toques los dientes y encías con el dedo. Podés mojar el dedo en un poco de caldo de carne o pollo sin sal (para perros), o en el jugo del atún (para gatos) para hacerlo más agradable. Poco a poco, tu mascota comenzará a esperar y anticipar este momento.
4. Acostumbralo a otros objetos
Mojá un trapo suave, o un dedo envuelto en gasa, en el caldo mencionado (para perros) o en el jugo del atún (para gatos), y frota suavemente los dientes y las encías con él.
5. Introducí el cepillo
Finalmente, usa un cepillo de dientes suave para frotar los dientes, nuevamente con el caldo o el jugo del atún. Mantené el cepillo en un ángulo de 45 grados respecto de los dientes y frota suavemente hacia adelante y hacia atrás, de la encía hacia la punta. Cepillar la cara interior de los dientes es menos importante, pero de ser posible, es recomendable también. Al terminar, si se comportó, dale un premio.
6. Considerá otros elementos de higiene dental
Existe una variedad de cremas dentales para perros y gatos en el mercado. La crema dental especial para ellos, mejorará tu plan de cuidado dental, especialmente si se aplica todos los días. Es importante que nunca uses una crema dental para personas, ya que no están pensadas para ser tragadas, lo que es inevitable en el caso de las mascotas. Tampoco uses químicos como peróxido, por las mismas razones. Para evitar inconvenientes, utilizá exclusivamente productos específicos para mascotas.
7. Evitá dar a tu mascota objetos muy duros
Es tradicional dar huesos a los perros, incluso con el pretexto de mejorar la higiene dental. Sin embargo, los huesos son demasiado duros, lo suficiente como para fracturar dientes. Por este motivo, en la actualidad, la mayoría de los veterinarios no recomiendan dar huesos a los perros. La creciente longevidad de nuestros amigos exige cuidar más que nunca los dientes. Además, una fractura dental suele ser extremadamente dolorosa.
8. Elegí un alimento que promueva la salud oral
Junto con cepillar los dientes de tu mascota regularmente, el uso de alimentos balanceados secos es la mejor opción a la hora de promover la salud oral y prevenir la caída de los dientes a medida que pasan los años.
Nuestras líneas Nero® de alimentos para perros y gatos son adicionadas con hexametafosfato de sodio, un suplemento específico que contribuye al mantenimiento de la salud oral de tu mascota. Este suplemento, que también se usa comúnmente en las cremas dentales para personas, actúa tanto ayudando a la limpieza de manchas y suciedad existente en los dientes, como previniendo la formación de nuevas manchas y la acumulación de suciedad.
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